La
familia, como primer agente educativo debe vigilar las influencias
que llegan a los niños y su desarrollo para que sea correcto.
La
realidad actual repercute sobre la vida de los niños, arrastrando
problemas escolares y familiares que surgen en el día a día por el
desinterés, la falta de motivación, violencia y la dependencia,
entre otros factores de la sociedad actual.
Los
padres tienen un gran poder de decisión sobre la vida de los hijos
que va disminuyendo a medida que estos crecen.
La familia va a situar al niño en un contexto social determinado y esto va a influir en las relaciones de amistades que los niños van a desarrollar.
El estilo de vida, los juicios y las conversaciones que se desarrollan en el hogar vienen a ser claves en el proceso de maduración, porque son estos aspectos del hogar los que establecerán y moldearán el primer sistema de valores del sujeto. Los niños aprenden de las experiencias que viven y así aprenden comportamientos, hábitos y actitudes.
La familia va a situar al niño en un contexto social determinado y esto va a influir en las relaciones de amistades que los niños van a desarrollar.
El estilo de vida, los juicios y las conversaciones que se desarrollan en el hogar vienen a ser claves en el proceso de maduración, porque son estos aspectos del hogar los que establecerán y moldearán el primer sistema de valores del sujeto. Los niños aprenden de las experiencias que viven y así aprenden comportamientos, hábitos y actitudes.
La
familia delega en la escuela parte de su responsabilidad educativa en
la escuela. Conviene que la relación entre ambos agentes esté
basada en la confianza porque la escuela es una prolongación de la
familia y convendría que ambas tuviesen una actitud de
responsabilidad compartida por el propio bien del niño.
Entre
ambas partes tienen que conseguir desarrollar ciertas actitudes y
actividades que consigan la inclusión de la familia en el centro
escolar de una forma activa y gradual, no únicamente de forma
puntual en alguna actividad o en las reuniones que se convocan desde
el propio centro.
Por
todo esto surge la necesidad de un cambio en el trabajo pedagógico
que hace la familia, en relación con la escuela, que tenga en cuenta
la visión global de contexto, porque la formación que comienza en
la familia se va a complementar en la escuela.
Ambos
deben poner de su parte para conseguir crear espacios de comunicación
y participación para dar coherencia a la experiencia cotidiana y así
conseguir el desarrollo integral del niño.
Si
esta experiencia es positiva los niños desarrollarán personalidades
equilibradas y sanas.
Para hacer esta entrada leí una entrada del blog de sysabe.com perteneciente al día 13 de enero.
La relación familia escuela es muy importante ya que de esa relación depende la educación de los pequeños.
ResponderEliminarAmbos factores tienen un mismo objetivo: la educación de los niños.